Evitar estos 5 errores inmobiliarios es clave para ayudar a los clientes a tener una experiencia más exitosa y menos estresante en el mercado inmobiliario:

1. No Verificar la Documentación: Un error común es no verificar la documentación relacionada con la propiedad antes de iniciar el proceso de comercialización. La omisión de este paso puede llevar a descubrimientos poco gratos a la hora de reservar una propiedad. Es crucial revisar todos los documentos relevantes, como título de propiedad (¿está el original o hay que pedir un segundo testimonio?), el reglamento de copropiedad (¿la terraza es transitable? ¿el departamento es apto profesional?), las expensas (¿el consorcio tiene morosos?), etc.
   

2. Ignorar Mejoras o Deficiencias Significativas: Tasar una propiedad sin considerar mejoras o deficiencias puede llevar a una valoración inexacta. ¿Las cañerías sanitarias están hechas a nuevo? ¿Debajo de la moquette hay carpeta o piso de madera? La atención a los detalles es clave; cada característica importante debe ser evaluada, para reflejar con mayor precisión el valor de la propiedad.
   

3. No Explicar el Precio Sugerido de Venta: Algunos inmobiliarios no explican adecuadamente como llegaron al precio sugerido de publicación para la venta, lo que puede generar dudas y desconfianza. Ser transparente, proporcionar información detallada sobre la evaluación y estar dispuesto a discutir y justificar el precio, contribuye a construir una relación sólida con los clientes.
   

4. No Realizar una última Inspección de la Propiedad: No realizar una última inspección antes de la escrituración, puede resultar en disputas sobre ocupantes o muebles que siguen estando en la propiedad, o problemas estructurales que surgieron desde que se reservó la propiedad hasta que se está por escriturar. La inspección física es clave para evitar sorpresas desagradables en el último momento.
   

5. Descuidar la Etapa de Postventa: La relación con el cliente no debe terminar después de la venta. El seguimiento posterior a la transacción, la solicitud de retroalimentación y la disposición para resolver problemas garantizan una experiencia positiva para el cliente y fomentan la recomendación boca a boca.
   

Un profesional inmobiliario competente no solo proporciona servicios transaccionales, sino que también orienta a sus clientes para tomar decisiones informadas y lograr sus objetivos de compra o venta de manera más efectiva.